martes, 9 de febrero de 2010

Recógeme

Medio armario encima de la cama, no sabes qué ponerte, llegas temprano y parece que te mira todo el mundo, por la cabeza pasan mil razones por las que no se va a presentar a la cita, te planteas irte antes de que sea demasiado tarde. Aparece, crees que existe química hace tiempo, y mientras se acerca su mirada te acribilla, sonríes y no sabes qué decir. Basta un simple hola, comenzáis a caminar sin rumbo, entre risas, empujones y el choque de manos. Te tiemblan las piernas, estás nerviosa, en el siguiente roce te coge la mano, os mirais, entre vinos y risas te besa, todo es mágico, algunas tapas, vais a un garito y con tu baile sensual iniciais una atracción mutua, música lenta que produce besos intensos y abrazos, media noche y el taxi para en la puerta de un hotel, ya en el ascensor dice que te desea, la ropa medio desabrochada, culmina todo deprisa. Te susurra en el oido: este será nuestro secreto, desilusionada por la frialdad del mensaje, te vistes, corres por el pasillo en una huída desesperada en la noche, con lágrimas en los ojos, debes olvidarlo, todo ha sido ficticio por su parte, no está enamorado de ti, no es recíproco, tan solo sexo, no permitas que suceda, déjalo en un mal sueño porque al fin y al cabo sabes que no te merece...

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